En el mercado de la traducción, aún es necesario establecer un acuerdo sobre la uniformidad de tarifas. Algunos traductores cobran sus servicios en función de la cantidad de líneas o palabras, mientras que otros lo hacen según la cantidad de caracteres. Incluso dentro de estas categorías se encuentran diferencias: un traductor puede cobrar por palabra del idioma original y otro, por palabra del idioma de destino.
Asimismo, hay que considerar que una traducción puede variar significativamente de otra. El tiempo y el esfuerzo que el traductor le dedica a su trabajo varían en relación directa con los diversos textos. Estas diferencias le dificultan la tarea al consumidor al momento de comparar las tarifas de diferentes traductores.
Como yo trabajo asistido por ordenador (¡NO son traducciones automáticas!) puedo ofrecer largas traducciones con muchas repeticiones a un precio muy favorable.
Para un presupuesto detallado le pido de enviarme un correo electrónico con los documentos en cuestión.